Si estás leyendo esto es porque ya instalaste una puerta, una reja u otra estructura de hierro o estas pensando en hacerlo y quieres conocer la forma adecuada de mantenerlas en buen estado.
Para que duren muchos años en óptimas condiciones, no es necesario invertir mucho tiempo o grandes cantidades de dinero. Por lo general y según el tipo de estructura, basta con una limpieza periódica y, en algunos casos, aplicar algunos productos que protejan el metal. En razón de ello, en este artículo encontrarás mucha información de cómo cuidar el hierro sin complicaciones.
Tanto el hierro tradicional como el forjado son el mismo metal con algunos componentes diferentes. Generalmente se deben mantener de la misma forma utilizando los mismos productos.
Uno de los primeros puntos que se debe considerar si se quiere mantener en buen estado las rejas, puertas, etc. es el lugar donde se encuentra la estructura que se va a limpiar. Además, tendrás que evaluar el tipo de agresión o suciedad que las puede deteriorar, así como las condiciones del medio ambiente como la lluvia o los cambios extremos de temperatura.
En ese sentido, la forma de mantener las estructuras de hierro (y los productos a utilizar) dependerá de si se encuentra en una zona cercana al mar; que el área tenga una alta contaminación o que la temperatura varie mucho en las diferentes épocas del año.
La gran variedad de productos y herramientas disponibles para la tarea de mantener las estructuras metálicas puede hacer la labor un poco abrumadora. Sin embargo, más allá de recomendar un producto específico, aquí encontrarás algunos consejos para escogerlo adecuadamente.
Como en la mayoría de los casos, para minimizar el riesgo de que se produzcan abolladuras o que aparezcan rallas y arañazos es importante no utilizar lana de acero u otros materiales que puedan dejar marcas en la superficie. Asimismo, es recomendable no utilizar espátulas u otra herramienta con filos o puntas pronunciadas.
Casi siempre, las superficies de hierro se deterioran más aprisa por un procedimiento de limpieza equivocado, que por la suciedad o el paso normal del tiempo.
Parte del problema radica en que muchas personas piensan que para poder limpiar los metales deben utilizar limpiadores muy fuertes. Esto no es cierto, como con cualquier tipo de superficie, los metales tienen que limpiarse con los productos adecuados que no deben ser abrasivos ni demasiado ácidos. De esa forma se evitan posibles daños en la superficie y luce como nueva durante muchos años.
Antes de comenzar con la limpieza, se debe evaluar el nivel de suciedad. En los casos donde la suciedad no sea demasiada, será suficiente con pasar un trapo húmedo con unas gotas de lavavajillas. Sin embargo, si la suciedad es muy pesada o está adherida al metal, puedes utilizar un estropajo impregnado en aceite para retirarla.
En ocasiones, es recomendable utilizar para el mantenimiento de las estructuras de hierro en el interior de las viviendas, parafina líquida calentada al baño de María. Una vez la parafina esté caliente, aplica una capa delgada sobre el hierro con una esponja. Cuando la parafina esté seca utiliza un trapo para aplicar una capa de cera líquida sin color. De esa forma conseguirás que la superficie del metal luzca como nueva.
Aunque es posible utilizar productos comerciales especiales para limpiar estos metales, por lo general basta con un jabón no demasiado fuerte y agua. Mezcla estos líquidos con delicadeza para formar espuma. Ahora utiliza un paño sin pelusa humedecido en la solución y aplícala en la superficie metálica. Aquí es recomendable empezar por la parte superior e ir dependiendo.
Cuando todo esté limpio, hay que enjuagar con abundante agua para quitar todos los residuos de detergente. En este punto es recomendable que recuerdes que cualquier residuo de jabón puede, con el tiempo, decolorar y deteriorar la superficie de hierro.
Una vez terminada la limpieza es indispensable secar muy bien la estructura. Aquí es recomendable utilizar un paño suave que no suelte pelusas.
Es importante darles una protección especial a las rejas o cancelas que quedan al aire libre. Así se ayuda a evitar la herrumbre y la corrosión.
Antes de empezar con la pintura de las estructuras de hierro, es recomendable pasarle una lija para eliminar el óxido y los restos de pintura anterior. Aquí es importante que sepas que si bien no es necesario que elimines toda la pintura, si deberás quitar todo el óxido.
Ahora hay que comenzar a aplicar la protección. Por lo general una capa de minio o barniz antioxidante es lo ideal. Cada fabricante tiene sus propias características, por lo que, si quieres obtener los mejores resultados, es importante que sigas las instrucciones que vienen en la etiqueta del producto.
Cuando esta base se encuentre completamente seca, pinta tu estructura metálica con una pintura negra, marrón o del color que mejor se ajuste a la fachada.
Para que cualquier estructura de hierro se mantenga en buen estado, es importante realizar una inspección una vez al mes. De esa manera detectarás a tiempo la aparición de óxido o herrumbre y podrás tomar las acciones necesarias para eliminarlas antes de que el problema empeore. Esto si vives en una zona cerca al mar o con mucha humedad, pero si tu vivienda está en una zona sin problemas de humedad, las inspecciones pueden realizarse cada dos o tres meses.
Metálicas Miera es una carpintería metálica con experiencia en la construcción, instalación y mantenimiento de todo tipo de estructuras metálicas. Antes de iniciar un proyecto, nuestros especialistas entrevistan al cliente para poder entender sus necesidades y expectativas ¡Esta es la mejor forma de poder cumplir con sus requerimientos!
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