⊛ Paso a paso para mantener las rejas y puertas de hierro

Te explicamos cómo mantener las rejas y puertas de hierro

limpiar rejas

Gran número de viviendas y edificios tienen rejas y puertas de hierro. Ahora bien, para que permanezcan en buen estado y con apariencia de nuevas hay que cuidarlas y mantenerlas. Este mantenimiento no es demasiado complicado, además, en el mercado existen muchos productos diferentes que ayudan con esta labor. Es importante escoger los productos adecuados, ya que cualquier elección errónea puede manchar o dañar la superficie del metal.

A continuación, encontrarás mucha información y recomendaciones que te ayudarán a mantener de forma adecuada la carpintería metálica.

Cómo limpiar correctamente las rejas y las puertas de hierro

Limpiar los metales de forma incorrecta (o con los productos inadecuados) puede ocasionar más problemas que beneficios. Para limpiar rejas y puertas de hierro lo primero que debes considerar es la región en la que se encuentra y el tipo de suciedad que se puede acumular en su superficie. Es decir, no se limpia igual una reja que se encuentra cerca del mar, a una puerta en la ciudad que está expuesta a mucha contaminación ambiental. Además, también hay que tomar en cuenta si el metal se expone a grandes cambios de temperatura. En ese sentido es importante mencionar que según cada caso, será necesario realizar un procedimiento diferente para lograr una limpieza adecuada en las rejas y puertas.

Esto no quiere decir que mantenerlos en buen estado sea un proceso muy complicado y trabajoso. En realidad, para limpiar adecuadamente los productos de hierro solo se debe seguir unos sencillos consejos. En este punto es importante mencionar que el hierro, al igual que los otros metales, puede sufrir por la herrumbre provocada por la humedad atmosférica.

Por lo general, para limpiar los metales (si la suciedad no es demasiada), bastará con pasar un trapo humedecido con una mezcla de agua y lavavajillas. Sin embargo, en los casos que las rejas tengan mucha suciedad adherida o si presenta una costra rojiza por óxido lo más recomendable es utilizar un cepillo de cerdas metálicas o una lanilla de acero, incluso en casos extremos es posible usar una lija de grosor medio.

¿Cómo eliminar la oxidación del hierro?

Es un proceso un poco diferente a la limpieza normal, para empezar, es importante pasar un cepillo de alambre por la superficie. Así se elimina la suciedad más evidente y el óxido. Ahora debes lijar la superficie con una lija de grano medio o fino. En este punto es importante que te asegures de que toda la superficie esté igual y luzca pareja.

Una vez que la superficie esté limpia y seca se debe pintar para protegerla del óxido. Además, en el mercado existen productos que previenen la oxidación. Algunos acostumbran a aplicar estos productos antes y después del aseo e incluso antes de pintar.

En ocasiones el estado de la oxidación del metal puede ser muy avanzado y será necesario trabajar un poco más el hierro. Si es necesario retira los restos de óxido usando una espátula, después utiliza el cepillo y sigue el procedimiento anterior.

Trucos para limpiar el hierro

Al igual que en casi todas las cosas hay algunos trucos muy efectivos para limpiar las rejas y puertas.

Aquí hay que tomar en cuenta que existen algunos hierros esmaltados que es mejor limpiarlos con una mezcla de agua y lejía. Es importante que antes de limpiar toda la superficie pruebes solo en una pequeña área, si sale bien puedes limpiarlo todo. También se puede hacer una mezcla de agua, lejía y un poco de vinagre.

Otra recomendación para mantener estos metales, es realizar la limpieza del hierro con cierta frecuencia. Al limpiarlo una vez al mes, evitas que se acumule demasiada suciedad y se minimiza la aparición del óxido y la herrumbre.

Materiales para mantener una puerta o una reja de hierro

De igual forma como no existe una sola manera especial de limpiar las superficies metálicas, tampoco la hay para las superficies de hierro. Se pueden limpiar de varias maneras, pero la más rápida y eficiente es siguiendo los pasos que describimos anteriormente. También es importante ser constante y acordarse de limpiarlo de forma periódica.

Pero independientemente de la manera que utilices para limpiar, vas a necesitar utilizar una serie de materiales. A continuación, encontrarás una lista con los más usados en este tipo de limpieza.

Cepillo de cocina (de cerda suave o media)

Por lo general todos tienen en casa uno de los típicos cepillos para limpiar la cocina. Es un utensilio muy útil que ayuda a mantener limpia toda la cocina y otras áreas de la casa. Además, también nos ayuda para cualquier superficie de hierro.

Existen muchos tipos de cepillo y casi todos nos valen a la perfección para esta tarea, pero es importante evitar los que tengan las cerdas demasiado duras. Si se utiliza mucho ese tipo de cepillos es posible que dejen pequeños arañazos en la superficie del metal que, con el tiempo se acumulan, y se afecta la apariencia de la superficie.

Paños para la limpieza de cocina

Al igual que con los cepillos, los paños son bastante útiles y están en todas las cocinas de los hogares. Como es lógico siempre los tenemos a mano porque son la principal herramienta para realizar cualquier limpieza. En ese sentido un paño de buena calidad es indispensable para limpiar las superficies metálicas.

Por lo general, al limpiar puertas, es recomendable secar la superficie para evitar marcas en la superficie y un paño absorbente es muy útil para secarla correctamente.

Esponja

Este es otro de los utensilios que no pueden faltar en casa. Las esponjas son útiles para eliminar suciedad de todo tipo en las superficies metálicas.

Una esponja es una herramienta de limpieza muy práctica, porque generalmente tiene un lado suave que ayuda a aplicar el detergente de forma delicada y otro más abrasivo que permite frotar con más fuerza sobre las posibles acumulaciones de suciedad.

Cubeta

A la hora de limpiar una puerta o una reja, es recomendable contar con algún recipiente (como una cubeta) que te permita poder enjuagar el detergente que aplicaste a la superficie. Así te aseguras de no mojar demasiado el suelo y la limpieza se hace más rápido.

Detergente

Por supuesto que un buen detergente siempre es recomendable a la hora de limpiar. En este caso es importante que el detergente no sea demasiado ácido o agresivo, de lo contrario puede manchar la superficie del metal desmejorando su apariencia a la vez que disminuye su tiempo de vida útil.

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